Un grupo de vecinos de Lago Puelo, Chubut, recibió con gritos y pedradas la combi que trasladaba al presidente, Alberto Fernández, quien había viajado a esa ciudad patagónica para supervisar los operativos contra los incendios desatados en la región.
A pesar de la presencia de un grupo de efectivos de la Policía Federal, los ciudadanos desataron su furia contra el rodado que trasladaba al mandatario, que estaba acompañado por la primera dama, Fabiola Yáñez, y por funcionarios de su equipo.
"¡No es no! ¡Se defiende, el agua no se vende!", gritaban los manifestantes, mientras golpeaban el vehículo y arrojaban piedras. Algunos reclamaban contra los proyectos de la megaminería. También se vio a militantes de gremios, quienes expresaban que "sin sueldos no hay clases".